Hoy nos vamos a centrar en esas habitaciones que tenemos libres y que siempre solemos decir que son para las visitas. Cada vez que viene alguien a casa, queremos que se sientan lo más cómodos posibles, es por ello que tenemos que saber cómo conseguirlo.
Lo primero que tenemos que hacer es pensar en una decoración que sirva, tanto para las personas más jóvenes como las más mayores, ya que nunca sabemos quién va a disfrutarla. Además, debemos de seguir unas pautas y no colocar allí todo lo que nos sobre, ya que debe de reinar el ambiente sereno.
Dependerá siempre del espacio, pero puedes colocar dos camas gemelas o una grande central. Procura tener siempre sábanas limpias y acondicionar un lugar para otras de repuesto y toallas.
Lo ideal sería disponer de un sofá, donde el huésped pueda colocar alguna prenda de ropa, al igual que algún perchero o una mesa de escritorio, para que el dormitorio se vea más acogedor. Si todavía queda presupuesto, instalaremos una cómoda, para que nuestro invitado pueda quitar sus pequeñas pertenencias de la maleta.