La elegancia puede venir de muchos colores pero desde luego, hay uno que cuenta con una luminosidad perfecta y que también está integrada en ella. El color blanco es para muchos un poco soso en cuanto a la decoración de interiores, pero desde luego viendo estos dormitorios, llegamos a la conclusión de que no necesitamos ningún otro tono que llene estos espacios. Solamente tenemos que dejarnos llevar por los ejemplos que hoy os mostramos. ¡A ver qué os parecen!.
Para el primer modelo de dormitorio en color blanco, nos hemos decantado por uno que cuenta con un diseño de lo más especial. Una cama con estilo troquelado en su cabecero y que cuenta con un juego de mesitas de noche así como de cómoda. Sin duda, unas formas onduladas que nos llevan a pensar en el estilo más clásico, aunque con cierto aire moderno. Para introducir algún otro color en esta zona, nada como el beige porque siendo neutro como es, siempre será el mejor de los acompañantes.
Para este segundo ejemplo, volvemos a ver cómo los muebles principales siguen estando en el color blanco. La cama y la cómoda, así como el espejo de la misma o bien, la butaca. Eso sí, en este caso el marrón que protagoniza y cubre el suelo puede extenderse también a la cama. Para ello, siempre puedes acompañarla con algún cojín o bien, con alguna manta que le de un poco más de estilo.
Si las paredes van en color blanco, la cama y cabecero también, podemos hacer una ligera excepción y decorar con algo de tonalidades. Aunque se nos quede un ambiente un tanto frío, siempre será acogedor debido a su belleza y comodidad. Para ello, el color gris serán quien ponga su protagonismo en una atmósfera como ésta. Desde la alfombra hasta los cojines o la manta a pie de cama.
Para todos los que adoran los contrastes, entonces el color azul marino o el negro también pueden estar en un ambiente como éste. Aunque hay que recordar que si hablamos de los dormitorios en blanco, es porque solamente queremos añadir finas pinceladas como este caso. Alguna lámpara pequeña o un jarrón y dos cojines, serán más que suficientes.
De nuevo vemos cómo para poner la nota doblemente elegante, el color negro y el beige estará de una manera muy sutil. En este ejemplo lo veremos tan en la alfombra al beige como en el edredón a ambos. Un repaso por los dormitorios en color blanco más especiales.